martes, 21 de julio de 2015

Alicia detrás del espejo "Voces"

Voces...

-Bueno, veamos, ¿Qué compraré para hacer de comer esta semana?
 Pareciera que siempre que me hago esa pregunta digo lo mismo, siempre llego al mismo listado de compras para mi hogar. No necesito mucho tiempo para pensarlo gracias a que vivo solo en un pequeño departamento. No me falta nada para vivir y tengo algunos lujos que me he dado, tengo un buen puesto de trabajo en una empresa de seguros trabajando 8 horas diarias.
-señor…
No recordaba que estaba en la fila del mercado para pagar.
-disculpe amigo. Por favor, ¿dígame cuanto es de todo esto?
-son trecientos setenta y ocho con noventa.
Reviso mis bolsillos para sacar mi cartera cuando tiro mis llaves y unos cuantos papeles sucios.
-jajá que torpe, permítame un poco ahorita le pago.
Recojo mis llaves y saco mi cartera del bolsillo contrario al que tenía mis llaves en su interior.
Cuando salí del supermercado observé en el cielo unas cuantas nubes juntándose al rumbo de mi departamento; recordando que dejé la ventana que daba a la terraza abierta.
-¡otra vez no!
Es más desesperante el hecho de que será inevitable que mi sala se llene de agua gracias a que un estúpido chocó contra el frente de mi auto y gracias a ello tengo que buscar un taxi o un bus.
-mierda ya está oscureciendo, creo que tendré que ir caminando…
Tardé casi hora y media en llagar, a medio camino calló una tormenta sobre la zona y ahora estoy empapado y ahora no funciona mi celular gracias al agua.
-¡ya llegue!
Decir esto ya se hiso costumbre en mí, aunque viva solo desde hace ya tres años y medio.
-bienvenido
Mi cara tornó en un color pálido y me garganta se anudó al punto de no poder hablar.
-¿Quién está ahí?
Del baño sale Alan, un viejo amigo de mi infancia.
-¡No jodas! Casi muero del susto, ¿Cómo carajos entraste a mi departamento?
 -se dónde dejas las llaves de repuesto y entre gracias a que me preocupe por que no me habrías.
-De todos modos, pudiste marcarme, ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
-3 horas
-tú sabes bien que no tengo porque estar aquí tan temprano.
Enojado, lo corrí sin dejar que dijera una sola palabra más.
-bueno creo que lo mejor será quitarme esta ropa mojada y tomar una ducha para dormir tranquilo y más caliente para no sufrir un resfriado.
Me recuesto sobre mi cama reflexionando las acciones que puedo mejorar para el día siguiente hasta quedarme dormido.
-já… já… já…
Una risa se escucha en la nada de la noche lluviosa en la que dormía.
Desperté y me dirigí hacia el baño, prendí la luz y me miré frente al espejo notando la cicatriz donde una vez fui operado del apéndice cuando era un adolescente, terminado esto volví a mi cama.




By: Namrot Civleu

No hay comentarios:

Publicar un comentario